Cualquier pareja de novios lo último que desea que ocurra el día de su boda es que llueva. Aunque elijas una época del año en la que la posibilidad de precipitaciones sea baja, nadie te puede asegurar que la madre naturaleza no decida cambiar de opinión y que llueva el día de tu boda. Para que el agua no arruine ese día tan especial te dejamos unos consejos.
- Lugar de celebración de la ceremonia y banquete. Es uno de los elementos más importantes. Desde que empezamos a planificar la boda hay que considerar qué opciones tenemos en el lugar de celebración de la ceremonia y el banquete si llueve el día de la boda. Si estamos decididos a realizar una boda al aire libre es importante que busquemos un centro de celebraciones que nos ofrezca un salón alternativo para el banquete de bodas en el caso de las condiciones meteorológicas sean adversas.
- Alquilar una carpa. Si llueva, truene o relampaguee estamos decididos a celebrar el banquete al aire libre otra opción es instalar un carpa. En este caso debes tener en cuenta los gastos adicionales, el tiempo necesario para reservarla y para el montaje.
- Accesorios para la carpa. Si tenéis en mente la opción de alquilar una carpa en el caso de lluvia no olvidéis tener en cuenta otros detalles como colocar una tarima o suelo de madera. No hay nada peor que mojarse los pies o llenar de barro los zapatos y bajos de vestidos y pantalones. Es algo tremendamente incómodo tanto para los para los novios como para los invitados. El vestido de novia más maravilloso puede arruinarse en cuestión de minutos si se mancha de barro. También es importante considerar la opción de instalar unas estufas. Cuando llueve suele refrescar, así que contar con unas estufas si esto ocurre es importante para que no estéis incómodos por el frío.
- Consulta las predicciones meteorológicas con antelación. Unas semanas antes de la boda ya podéis tener una idea más o menos clara del tiempo que hará ese día. Mirad las predicciones en varios sitios que sean fiables e id haciendo un seguimiento del tiempo para poder actuar con suficiente antelación.
Como suele decirse ¡al mal tiempo buena cara! Si hay un plan alternativo bien organizado la lluvia no podrá arruinar el soñado día de vuestra boda.